martes, 1 de noviembre de 2011

La Divina Comedia, de Dante Alighieri

Si uno se pone a pensar con detenimiento, el canon literario de la humanidad es bastante largo. Y menos mal. Pero si uno se encuentra con la obligación de -en unos pocos segundos- indicar los libros fundacionales de la literatura y cultura europeas, solo saldrán de la boca, un puñado de obras ineludibles. Una de ellas es la que nos ocupa, que forma un lugar de honor junto con la Iliada, la Odisea, la Eneida, El Quijote y Hamlet como las obras cumbres de nuestra civilización.

La "Comedia" es una obra de principios del Siglo XIV, escrita por un Florentino de origen aristocrático. En ella nos adentramos, junto con Dante y de la mano de su amada Beatriz en un mundo que es fuera del mundo y en un tiempo que es fuera del tiempo, el mundo de los muertos. El poeta florentino nos muestra los infiernos, el purgatorio y el paraíso y sobre todo al amor que tiene por Beatriz, a la que conoció a la edad de 9 años y que falleció tempranamente, a los 24. Esa pena y ese dolor que Dante sufre por la pérdida de su amada se une a la pérdida del amor de su patria y de su estatus de noble y producen una obra con una poesía no igualada que canta a la vida y a la reunión futura con el ser amado, y no solo la unión con Beatriz, sino la reunión en paz de Dante con su patria y del Papado con Enrique, el Emperador. También acompaña a Dante en su viaje el poeta Virgilio, autor del poema épico latino más importante, La Eneida.

En el poema por lo tanto hay una mezcla de la ficción con  la realidad que le confiere desde el principio un aire onírico, cercano pero irreal, como un sueño cerca del despertar. La Divina Comedia, hay que decirlo también, no es una comedia, evidentemente, aunque, claro, si la consideramos divina, por los temas de la muerte, el paraíso, las almas, etc, si que podríamos denominarla comedia, pues lo inexplicable de los designios divinos pueden dar risa, o al menos una risa con sorna. De la mano de Virgilio y de Beatriz, Dante ve el mundo espiritual y en el cielo, llega a ver a a María, la madre de Jesús y, antes del fin del poema, incluso ve a Dios.

El poema está escrito en italiano y no en latín, por lo que aún con más razón se le considera como el precursor de las obras en lengua vernácula italiana. Por supuesto es de una inmensa cultura pues en el se mencionan y se encuentran cientos de personajes de la historia de la humanidad, así como otros de la mitología y gestas antiguas. Es un poema tañido también de creencia y confianza en Dios y es su misericordia y justicia.

Algo que me sorprende de esta magna obra es que es que teológicamente es muy avanzada. Deja claro que las almas de los que están en el Infierno lo están por la justicia de Dios, pero se muestra que esta muy adelantada a su época al indicar que heredarán el cielo no solo los buenos cristianos, sino las buenas personas, aún los que ni siquiera conociesen a Cristo. Este concepto de misericordia y amor divinos es muy profundo y fue recogido más adelante por Erasmo, Lutero y otros pensadores cristianos que decían que si alguien se encontraba fuera de la salvación de la Iglesia, nunca estaba fuera de la salvación de Cristo. Ilustra que los antiguos pueden recibir el bautismo y condena la práctica de la venta de indulgencias afirmando que es contraria a la religión verdadera. La mayor parte de éstas enseñanzas se expresan por boca de Beatriz, o con su inspiración, lo que la acerca a la autoridad celestial de Dios en una imagen del amor divino, como un tipo de Virgen angelical.

El recorrido de Dante por el mundo de las almas que han partido es un viaje , una odisea, pues en definitiva, tras pasar por los pesares y las angustias del purgatorio y el Infierno, Dante llega al hogar, al Cielo, donde obtiene paz y descanso de las aflicciones. Aunque, bien mirado, al despertar del sueño, al concluir la visión, Dante habrá regresado al mundo de los vivos donde el pesar y el dolor continuarían acompañándole mientras viviese, hasta su muerte en Ravena en 1321.

Os recomiendo La Divina Comedia, es un poema hermoso, poderoso, sensible. Una obra inmortal, como no podía ser de otra manera.

Saludos